¿Por qué el historial crediticio es clave para tu economía?

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El informe crediticio es un registro exhaustivo que documenta todas las transacciones vinculadas al empleo de productos financieros de un individuo. Este informe muestra cómo alguien ha gestionado sus préstamos, créditos, tarjetas y otros productos financieros en un período específico. En muchos países, hay oficinas o burós de crédito encargados de reunir y proteger esta información, como Buró de Crédito o Círculo de Crédito en México, y Equifax o TransUnion en otras partes.

Componentes fundamentales del historial crediticio

El informe crediticio abarca varios componentes fundamentales: – Información sobre cuentas activas e inactivas: detalles sobre préstamos, hipotecas y tarjetas de crédito, junto con sus fechas de apertura y cierre. – Cantidad de crédito solicitada: se documenta el monto y el tipo de financiación que la persona ha pedido. – Historial de pagos: el cumplimiento o retraso en los pagos es posiblemente el aspecto más relevante del informe. – Circunstancias excepcionales: incluye datos sobre reestructuración de deuda, retrasos prolongados en pagos, quiebras o acuerdos de liquidación voluntaria.

Relevancia del historial crediticio en la vida diaria

El historial crediticio se ha convertido en una herramienta decisiva para múltiples procesos cotidianos. No solamente influye al solicitar una tarjeta de crédito o un préstamo bancario, también puede ser determinante al intentar rentar una vivienda, contratar ciertos servicios o incluso acceder a oportunidades laborales. Por citar un ejemplo, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), hasta un 60% de las solicitudes de vivienda en renta pueden ser filtradas en base al reporte de crédito.

Las empresas utilizan el historial para prever el riesgo de impago de sus clientes. Esto significa que un mal historial puede negar el acceso a productos financieros, forzar tasas de interés elevadas o imponer garantías adicionales. Por el contrario, mantener un historial sano simplifica y abarata considerablemente cualquier proceso crediticio.

Impacto directo en el acceso a créditos y tasas de interés

Los bancos y otras instituciones financieras calculan la calificación crediticia (conocida como score) en función del historial. Un buen score otorga condiciones preferenciales: tasas más bajas, plazos flexibles e incluso acceso a montos más elevados. Un cliente con historial impecable puede obtener un crédito hipotecario con tasas hasta un 30% inferiores que otro con antecedentes de mora.

Un estudio de la Asociación de Bancos de México indica que quienes poseen un historial sin registros negativos tienen hasta tres veces mayor probabilidad de aprobación en solicitudes de crédito automotriz o hipotecario. En casos reales, una persona con historial negativo que solicita $100,000 para un coche podría pagar hasta $30,000 más por intereses en cinco años, comparado con quien mantiene su crédito en regla.

Consecuencias de un mal historial crediticio

El desconocimiento o la mala administración del historial puede acarrear consecuencias graves y duraderas. En países como España, aparecer en listados de morosos como ASNEF dificulta incluso la contratación de servicios básicos como telefonía o internet. Esta situación no solo afecta el acceso a crédito, sino que también puede tener implicaciones sociales y familiares. Muchas veces, para revertir un historial negativo es necesario cumplir largos plazos de espera incluso después de solucionar la deuda.

Formas de establecer y conservar un buen historial crediticio

El proceso comienza desde el primer producto financiero, como una tarjeta departamental o un plan de telefonía con financiamiento. Es recomendable adoptar ciertos hábitos:

– Realizar los pagos a tiempo: los retrasos, incluso de un solo día, pueden ser notificados al buró. – Gestionar el crédito con responsabilidad: no sobrepasar la capacidad de pago, evitar el sobregiro y mantener un saldo bajo. – Moderar la cantidad de solicitudes: un exceso de solicitudes en un periodo breve puede generar alertas. – Evaluar el historial frecuentemente: reconocer errores y pedir aclaraciones si es necesario.

Hay testimonios de personas que, al no poner atención a pequeños créditos o pagos involuntariamente omitidos, vieron limitada su capacidad para conseguir una hipoteca años después. En sentido opuesto, jóvenes universitarios que inician con tarjetas estudiantiles y mantienen un historial limpio se ven beneficiados con mayores facilidades en su primera vivienda o auto.

La trayectoria crediticia frente a la cultura financiera

En América Latina, la tradición crediticia enfrenta obstáculos importantes. La falta de formalidad y la falta de confianza en las entidades restringen tanto el acceso como el manejo adecuado de productos financieros. De acuerdo con un reporte de la CEPAL, más del 50% de los adultos carece de acceso a servicios financieros formales, lo que limita también la creación de historiales de crédito.

Sin embargo, el avance de las fintech y la inclusión financiera han empezado a cambiar esta tendencia: las aplicaciones móviles y los bancos digitales facilitan la creación de un historial crediticio mediante microcréditos o compras diarias, brindando nuevas oportunidades a miles de personas que antes estaban excluidas.

El historial crediticio es mucho más que una simple lista de pagos. Representa la confianza y el cumplimiento que una persona ha construido ante el sistema financiero y la sociedad en general. Cada acción financiera deja huella, y esa huella no solo predice el acceso a productos clave, sino que moldea el panorama de oportunidades a largo plazo. Conocer y manejar responsablemente este historial se traduce en autonomía, mejores opciones y estabilidad para afrontar proyectos personales y familiares. Ignorarlo o descuidarlo implica cerrar puertas y asumir condiciones menos favorables en casi cualquier etapa de la vida adulta.

Por: Pedro Alfonso Quintero J.

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